Ansiedad y estrés

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de peligro o exigencia. Pero cuando aparece de forma intensa, frecuente o sin motivo aparente, puede convertirse en un obstáculo para el día a día. Muchas personas sienten que viven en estado de alerta constante, como si nunca pudieran relajarse del todo.

Cómo se manifiesta

  • Preocupaciones continuas y sensación de “mente acelerada”.
  • Síntomas físicos: palpitaciones, dificultad para respirar, tensión muscular, sudoración, molestias digestivas.
  • Irritabilidad, cansancio y problemas de sueño.
  • Evitación de lugares o situaciones por miedo a que aparezca la ansiedad.
  • Sentimiento de estar sobrepasado o de perder el control.

Qué lo mantiene o agrava

El círculo de la ansiedad suele reforzarse porque la persona, para sentirse segura, evita situaciones o busca controlar cada detalle. A corto plazo parece que funciona, pero a largo plazo alimenta el miedo. También influyen la autoexigencia, el estrés laboral o personal y los aprendizajes de la historia de vida.

Cómo puede ayudarte la terapia

Aprenderás a identificar el ciclo de la ansiedad y comprender por qué se activa.

Incorporaremos técnicas de respiración, relajación y regulación corporal para calmar los síntomas físicos.

Trabajaremos con los pensamientos anticipatorios y catastrofistas que aumentan el miedo.

Entrenarás nuevas formas de afrontar situaciones difíciles en lugar de evitarlas.

Recuperarás la sensación de control y la confianza en ti mismo/a.

La ansiedad no tiene por qué dominar tu vida.

 Con las herramientas adecuadas, es posible recuperar la calma, la seguridad y la libertad para hacer lo que realmente deseas.