Autoestima e inseguridad
Tener una autoestima sana significa reconocer nuestro valor y aceptar nuestras limitaciones sin que ello afecte a nuestra dignidad. Sin embargo, muchas personas viven con dudas constantes sobre sí mismas, comparaciones dolorosas o una voz interior que las critica sin descanso. Esto genera inseguridad, bloqueos y dificultad para tomar decisiones.
Cómo se manifiesta
- Perfeccionismo y miedo a cometer errores.
- Sensación de no ser suficiente o de que los demás valen más.
- Dificultad para recibir elogios o reconocer logros.
- Autocrítica excesiva y pensamientos de fracaso.
- Procrastinación o parálisis ante decisiones importantes.
- Buscar la aprobación externa como única fuente de seguridad.
Qué lo mantiene o agrava
La baja autoestima suele originarse en experiencias tempranas de crítica, rechazo o falta de validación. Con el tiempo, la persona interioriza esas voces externas y las convierte en su propio diálogo interno. Además, la comparación constante y la autoexigencia refuerzan el malestar.
Cómo puede ayudarte la terapia
Identificar y transformar los pensamientos autocríticos en un diálogo más compasivo.
Diferenciar entre las expectativas propias y las ajenas.
Reforzar tu confianza a través de logros y experiencias reales.
Aprender a poner límites y a priorizar tus necesidades.
Recuperar la capacidad de decidir desde lo que es valioso para ti, y no desde el miedo al juicio
La autoestima puede cultivarse.
La terapia te ayuda a reconocer tu valor, a confiar en ti mismo/a y a construir una relación más sana contigo y con los demás.