Duelo y pérdidas

El duelo es la reacción natural ante una pérdida significativa. Puede ser la muerte de un ser querido, una ruptura, un cambio de salud, un despido o una mudanza. Cada persona lo vive a su manera, pero siempre implica un proceso emocional profundo que necesita ser acompañado.

Cómo se manifiesta

  • Tristeza intensa, llanto o sensación de vacío.
  • Rabia, culpa o sentimientos de injusticia.
  • Dificultad para aceptar la pérdida.
  • Alteraciones en el sueño y el apetito.
  • Recuerdos constantes que generan dolor.

Qué lo mantiene o agrava

El duelo se complica cuando se intenta evitar el dolor, cuando la pérdida es inesperada o traumática, o cuando la persona no cuenta con apoyo emocional. También influyen los mensajes sociales que empujan a “superarlo rápido” o a no mostrar lo que se siente.

Cómo puede ayudarte la terapia

Ofrece un espacio seguro para expresar emociones sin juicios.

Ayuda a integrar la pérdida y darle un significado en tu vida.

Facilita la creación de rituales personales que ayuden a despedir.

Trabaja la culpa y los bloqueos emocionales que impiden avanzar.

Acompaña en la reconstrucción de la vida cotidiana tras la pérdida.

El dolor por una pérdida no desaparece de un día para otro, pero sí puede transformarse.

La terapia te acompaña a recordar sin que duela tanto, a dar un nuevo lugar a lo perdido y a retomar tu camino con más serenidad.